Tengo un Déjà vu

Déjà vu (/deʒa vy/, en francés ‘ya visto’) o paramnesia es la experiencia de sentir que se ha sido testigo o se ha experimentado previamente una situación nueva. Este término fue acuñado por el investigador psíquico francés Émile Boirac (1851-1917) en su libro L'Avenir des sciences psychiques (‘El futuro de las ciencias psíquicas’), basado en un ensayo que escribió mientras estudiaba en la Universidad de Chicago.La experiencia del déjà vu suele ir acompañada por una convincente sensación de familiaridad y también por una sensación de «sobrecogimiento», «extrañeza» o «rareza». La experiencia «previa» es con frecuencia atribuida a un sueño, aunque en algunos casos se da una firme sensación de que la experiencia «ocurrió auténticamente» en el pasado.

La experiencia de déjà vu parece ser muy común. En estudios formales, el 60% o más de la población afirma haberla experimentado al menos una vez.También se encuentran referencias a la experiencia de déjà vu en literatura del pasado, lo que indica que no es un fenómeno nuevo. Ha sido extremadamente difícil invocar la experiencia del déjà vu en el laboratorio, por lo que se han realizado pocos estudios empíricos. Recientemente, los investigadores han hallado formas de recrear esta sensación usando hipnosis.

-WIKIPEDIA-

Esta es una noticia que ha salido hoy publicada en el diario www.publico.es, dentro de poco veremos que se crea una nueva polícia en algún punto de europa cuyas iniciales sean SA. Y de ahí a la "solución final" solo un paso, lo predigo....

Aquí esta la noticia


Los tics racistas pueblan estos días los titulares de la prensa italiana. Tras la presentación en Milán de las patrullas callejeras promovidas por el partido ultraderechista MSI-Derecha Nacional, le ha tocado el turno a la xenófoba Liga Norte, decidida a expulsar a los inmigrantes de los jardines de las ciudades y, ya de paso, del país.

El responsable del partido en la junta regional lombarda, Davide Boni, ha clamado contra los extracomunitarios y exigido medidas severas. "Es inadmisible que en algunas zonas de Milán haya reuniones de ciudadanos extranjeros en jardines públicos, a cualquier hora del día y de la noche, como ocurre por ejemplo desde hace días en la plaza Oberdan".

Milán, para los milaneses

No es la primera vez que, en las últimas semanas, la Liga Norte clama contra los inmigrantes residentes en la capital lombarda. Hace poco, su colega Matteo Salvini pedía que el Metro tuviese asientos reservados para milaneses. Berlusconi, por su parte, llegó a decir que la próspera urbe parecía una "ciudad africana". Y Roberto Maroni, ministro de Interior, abrazó la idea de las patrullas ultras promovidas por Derecha Nacional, consciente de que su partido había organizado tiempo atrás las rondas padanas, aunque poco después matizó sus palabras.

"Quien no esté en regla y no tenga medios de subsistencia debe ser alejado de nuestro país y no trasladado a otra zona de la ciudad. No pueden ser toleradas las escenas de degradación", aseguró Boni a la prensa de su país, que se ha hecho eco de la reacción de la comunidad judía y la izquierda extraparlamentaria, dispuestas a recuperar, si fuese necesario, la Brigada Judía y la Milicia Comunista Italiana.